El Sumak kawsay, desde el pensamiento crítico

- El Buen Vivir apunta a una ética de lo
suficiente para toda la comunidad, y no soloe para el individuo. El Buen
Vivir supone una visión holística e integradora del ser humano, inmerso
en la gran comunidad terrenal, que incluye además de al ser humano, al
aire, el agua, los suelos, las montañas, los árboles y los animales; es
estar en profunda comunión con la Pachamama (Tierra), con las energías
del Universo, y con Dios. El pensamiento del Buen Vivir se aleja de la
preocupación por consumir y acumular. La naturaleza y la comunidad
proporciona todo lo que necesitamos. El Buen Vivir es estar en
permanente armonía con todo, celebrando los ritos sagrados que
continuamente renuevan la conexión cósmica y con Dios. El Buen Vivir nos
convida a no consumir más de lo que el ecosistema puede soportar, a
evitar la producción de residuos que no podemos absorber con seguridad y
nos incita a reutilizar y reciclar todo lo que hemos usado. Será un
consumo reciclable y frugal. Entonces no habrá escasez (Boff Leonardo,
2009)
- “El Vivir Bien implica el acceso y
disfrute de los bienes materiales en armonía con la naturaleza y las
personas. Es la dimensión humana de la realización afectiva y
espiritual. Las personas no viven aisladas, sino en familia y en un
entorno social y de la naturaleza. No se puede Vivir Bien, si se daña la
naturaleza” (Xavier Albó, 2010).
- El Buen Vivir es una concepción de la
vida alejada de los parámetros más caros de la modernidad y el
crecimiento económico: el individualismo, la búsqueda del lucro, la
relación costo-beneficio como axiomática social, la utilización de la
naturaleza, la relación estratégica entre seres humanos, la
mercantilización total de todas las esferas de la vida humana, la
violencia inherente al egoísmo del consumidor, etc. El Buen Vivir
expresa una relación diferente entre los seres humanos y con su entorno
social y natural. El Buen Vivir incorpora una dimensión humana, ética y
holística al relacionamiento de los seres humanos tanto con su propia
historia cuanto con su naturaleza (Pablo Dávalos, 2008).
- Recordar el Sumak Kawsai es
hacer revivir la “utopía práctica” de las tradiciones indígenas y
originarias, que orientó la ética colectiva y la esperanza del actuar de
sus comunidades. Es el aporte específico que los pueblos originarios de
Abya Yala ofrecen a la construcción de una nueva civilización. Lo hacen
con su cosmovisión propia, elemento importante de una multiculturalidad
que puede convertirse en interculturalidad (François Houtart, 2011).
El
Buen Vivir, en la constitución ecuatoriana, tiene que ver con una serie
de derechos y garantías sociales, económicas y ambientales. También
está plasmado en los principios orientadores del régimen económico, que
se caracterizan por promover una relación armoniosa entre los seres
humanos individual y colectivamente, así como con la Naturaleza. En
esencia busca construir una economía solidaria, al tiempo que se
recuperan varias soberanías como concepto central de la vida política
del país. El Buen Vivir, en tanto régimen de desarrollo en construcción y
como parte inherente de un Estado plurinacional, busca una vida
armónica. Es decir equilibrada entre todos los individuos y las
colectividades, con la sociedad y con la Naturaleza. No se puede olvidar
que lo humano se realiza (o debe realizarse) en comunidad; con y en
función de otros seres humanos, sin pretender dominar a la Naturaleza
(Acosta Alberto, 2009).
- El Buen Vivir enfrenta la imposición de
una cultura globalizada única con la que el imperialismo viene
aplastando culturas y pueblos. El concepto del “Buen Vivir” parte de su
versión indígena ancestral, el “Sumak Kawsay”, que propone
medidas de equilibrio y complementaridad entre los seres humanos tales
como la minga, el randi-randi, el cambia-mano y la integración con la
Pacha Mama, la naturaleza tan violentamente agredida por los
capitalistas, que anteponen el lucro individual sobre cualquier otro
elemento (Isch Edgar, 2008).
- El Buen Vivir o Vivir Bien implica una estrecha relación con la tierra, con las “chacras”
(zonas de cultivos) donde florece la vida y el alimento, con el cuidado
y la crianza de los animales, con la fiesta en el trabajo colectivo, en
la minga. El sumak kawsay esta asociado a la vida en
comunidad, la vida dulce o vida bonita de los pueblos andinos nos
propone un mundo austero y diverso, en equilibrio con la naturaleza y
con el mundo espiritual. El sumak kawsay o suma qamaña, “nos plantea un
nuevo horizonte de vida, nos reta a armonizar en la realidad nuestras
relaciones con la naturaleza. Es decir, construir a partir de allí un
nuevo paradigma civilizatorio que nos lleve a enfrentar las crisis
ambiental y social que sufre la humanidad” (Tatiana Roa, 2009).
- La idea del Sumak Kawsay o Suma Qamaña:
nace en la periferia social de la periferia mundial y no contiene los
elementos engañosos del desarrollo convencional. Ya no será cuestión del
“derecho al desarrollo” o del principio desarrollista como guía de la
actuación del Estado. Ahora se trata del Buen Vivir de las personas
concretas en situaciones concretas analizadas concretamente, y la idea
proviene del vocabulario de pueblos otrora totalmente marginados,
excluidos de la respetabilidad y cuya lengua era considerada inferior,
inculta, incapaz del pensamiento abstracto, primitiva. Ahora su
vocabulario entra en dos constituciones (Tortosa José María, 2009)
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